Una sucesión y un inmueble

 

📷✍️ Verónica Barrios


En una explicación de más 30 minutos, la presidenta del tribunal, María Luz Martínez, en la causa que se juzgó al abogado Waldimiro Imas y Porfirio Osorio, expuso los argumentos de la condena de 5 años y 4 años de pena privativa de libertad.


La decisión fue unánime de todos los miembros del tribunal. El tribunal está presidido por la jueza María Luz Martínez e integrado por los magistrados Darío Báez y Mesalina Fernández. Señaló que se trataba de un juicio sucesorio cuyo punto central tenía un inmueble ubicado en la Capital que fue vendido.


Detalló que el heredero Máximo Wenceslao formuló la denuncia ante el Ministerio Público al enterarse de que un inmueble que pertenecía al acervo hereditario de su fallecido padre había sido adjudicado y vendido a una persona desconocida. Enfatizó que esta  circunstancia fue el toque de queda y se inició la investigación.


Relató que el abogado patrocinó al señor Porfirio Osorio en una sucesión de quien fuera en vida Máximo Villalba en la ciudad de Horqueta, Concepción. Se presentaron los certificados de nacimiento del señor Máximo Wenceslao y el certificado de defunción de Máximo Villalba, padre de Wenceslao, también copias de derechos y acciones que realiza supuestamente Wenceslao a favor de Porfirio Osorio ante una escribanía.


El escribano ante el tribunal niega que participó en el acto y que sea su firma en el documento. Según la pericia ordenada por el tribunal, los resultados fueron que no era la firma del escribano.


La sucesión que se abrió fue con el objetivo de adjudicar ese inmueble a alguien y no se llevó a cabo una búsqueda de otros bienes.


Se reconstituye el expediente, surgieron otros herederos.

La presidenta da cuenta de que el tribunal se interiorizó en la causa. En momento, narró que se perdió el expediente y se volvió a reconstruir el cúmulo de documentos.

Las  personas que actuaron sabían y conocían de lo que hacían y se descuidaron de ciertos aspectos. Puntualizó que el equipo jurídico es el mismo, tramitaron los documentos y las escrituras y se realizó una simulación de venta a Credicronos por parte de Don Porfirio de la propiedad en cuestión.

 Había personas que le echaron ojo a ese terreno y fueron completando su ideación con respecto al inmueble, pero no se hizo la entrega del mismo.

Con respecto producción de documentos no auténticos, no estaban en el juicio todos los intervinientes en el hecho, pero se probó que se produjeron con la intención de distraer y sustraer la propiedad.

La actuación del abogado Imas se dio en el hecho y Don Porfirio colaboró en el mismo.


Decidieron condenar al abogado por 5 años de pena privativa de libertad y al señor Osorio por 4 años.


En cuanto al pedido de la fiscala sobre la inhabilitación del ejercicio de la profesión del abogado Waldimiro Imas, resolvió remitir los antecedentes del profesional al Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia.

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