Su preocupación es el descuido del ser humano que está detrás del escritorio en los tribunales

Textos y Foto: Verónica Barrios.

El juez de sentencia, Darío Báez, aseveró que por la sobrecarga extraordinaria de la agenda de los juicios no pueden dar una justicia pronta. Como coordinador de jueces de sentencia, su preocupación desde su punto de vista ante la saturación del sistema es el descuido del ser humano que está detrás del escritorio de los tribunales de sentencia y no se visualiza el esfuerzo extraordinario de los magistrados y funcionarios.

Como coordinador de jueces de sentencia, recomendó que se dé el nombramiento inmediato de más jueces de sentencia, acomodar si existen magistrados que no estén teniendo esta actividad extrema que están teniendo los jueces de sentencia a fin de optimizar una respuesta que se está necesitando, reacomodar el sistema de agendamiento de juicios, como solución a la problemática.

Señaló que desde antes de las renuncias de sus colegas ya se encontraban con un déficit en la respuesta que se requería y están haciendo lo humanamente posible por cumplir los plazos.

Contó que evidentemente no están parando un solo día desde la primera hora de la mañana hasta la tarde y algunos de sus compañeros jueces como el caso de liberación de presos habilitaron sábado para realizar el juicio oral, eso escapa también a la normalidad, la calidad de respuesta y hace también una afectación en el sistema.

Describió que, en el fuero penal, no tienen horas extras, pero los funcionarios se quedan sin problema a acompañarles hasta altas horas de la tarde.

Refirió que el funcionario tiene derecho a estar con su familia, a un día de descanso que está establecido por la norma. Indicó que los funcionarios están realizando el esfuerzo con sus recursos económicos para poder esforzarse y brindar también esa respuesta a la sociedad.

En cuanto a si la saturación del sistema penal afecta a la salud física y mental de las personas que trabajan en los juzgados de sentencia, contestó que sí va a afectar a futuro y otros ya les está afectando la salud esta saturación extrema en la que se encuentran.

Sobre cómo enfrentan la saturación del sistema en su juzgado, afirmó que tiene un equipo brillante, extraordinario que hace que fluya con toda normalidad el desarrollo del juzgado.

Al consultarle sobre la cantidad de juicios orales, contabilizó que el promedio real es de 3 o 4 juicios orales por día y por semana, 16 juicios en una semana.

Con respecto a cómo la saturación del sistema afecta el trabajo intelectual de los tribunales, manifestó que  los jueces se ven la disyuntiva de elegir entre elaborar una sentencia o realizar las demás actividades, necesitan tiempo para elaborar fallos de calidad.

Se le preguntó cómo hace para atender tantos juicios orales, respondió que actualmente su capacidad de memoria es buena, entonces no es un problema aún, pero con el tiempo sí si sigue ste sistema en el que están. 

"Actualmente no estoy con ningún problema al desarrollar los juicios", expresó.