Suzume y las puertas del tiempo en Japón

Textos: Verónica Barrios.

Foto: Internet.

Suzume es una estudiante que tiene continuamente un sueño con su infancia donde una puerta abre un portal a otra. Es la niña que fue. En muchas partes de la película animada es recurrente este hilo conductor para llevarnos paso a paso como espectadores a lo que la protagonista de esta bella historia hallaría la razón de toda su existencia.

Ella conoce a Souta, un cerrador de puertas de desastres naturales, en el camino. No entendía muy bien el propósito del mismo hasta que decidió ir tras él en ese viaje que se entremezclan entre pasado y presente, historias del país nipón: terremotos, tsunamis.

Ahí comienza la aventura de Suzume. Viaja por todo Japón en busca de evitar fenómenos naturales y salvar vidas, de la mano de Souta para recorrer lugares donde el pasado vive y ella lo puede ver.

Daijin, un gato que habla, abre las puertas a esos desastres y Suzume con Souta convertido en silla la acompaña en ese caminar. Los paisajes del pasado se cruzan con los del presente en los ojos de Suzume. Ella puede ver el gusano que provoca los terremotos y los tsunamis.

Experimenta el amor por una persona, entonces decide volver al origen a su casa cuando ella era niña para reencontrarse con su amado y volverle a la vida.

La moraleja que deja esta historia de Suzume es que la vida es como hilo fino que en cualquier momento podemos pasar al otro lado que es la muerte. También como seres humanos siempre queremos salvar vidas o evitar situaciones dolorosas, pero la vida es como un camino donde todo se junta pasado/presente.