Vivian López: Es importante aprender a ver lo positivo de cada persona y trabajar en eso
Textos y Foto: Verónica Barrios.
La magistrada en lo Civil y Comercial del 18° turno de la Capital, Vivian López reflexionó en sus 27 años de trabajar en el Poder Judicial que lo más importante es aprender a relacionarse, aprender a ver lo positivo de cada persona y trabajar en eso, además de tener disciplina y responsabilidad que son innegociables.
Contó que inició su carrera a los 19 años en el Tribunal. Rememoró que fue el 4 de marzo de 1996, ella inició como practicante en el juzgado del sexto turno en lo Civil y Comercial, fue destinada a la secretaría 12.
Recordó que en ese entonces había 12 juzgados en el
fuero y estaba solamente la torre sur. Mencionó que su primera jefa fue Karen
González, hoy es miembro de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial en
San Lorenzo; y después fue Alicia Méndez que es secretaría todavía en la
Secretaría 12, de allí estuvo hasta el 5° año de la carrera de Derecho en la
Universidad Católica, ella estudiaba a la noche.
Refirió que cuando cursaba el 5° año ascendió como
secretaría en la Defensoría de Pobres y Ausentes. Indicó que fue secretaría de
María Analia Rachid que fue Defensora y se jubiló también.
Narró que se casó en el 2005 y pidió permiso se fue a vivir en Chile 2
años, luego volvió a la Corte realizaba trabajos de Relatoría en la Sala
Constitucional con el ministro Víctor Núñez, 10 años trabajó ahí.
Comentó que en todo en ese tiempo se formó en la
Escuela Judicial, el Instituto de Artes y Estudios Estratégicos, paralelamente
realizó su Maestría en Derecho Privado en Rosario, Argentina.
Relató que en esa época no había puntos ni cartones la
gente estudiaba porque quería, ella con lo poco que ganaba gracias a que vivía todavía
con sus padres podía pagarse sus estudios. Detalló que intentó ascender a juez
y perdió dos ternas, en la tercera fue la vencida en el 2014, juró el 6 de
octubre de ese año como magistrada, interinó en el juzgado del 7° turno y a
partir del 2016 trabaja en el juzgado en el que se implementó el expediente
electrónico.
Expresó que se superó el papel algo que era impensable.
Evocó el recuerdo de que ella inició con
la máquina de escribir Olimpia y que incluso realizó el curso de Dactilografía.
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