Diego: "La cárcel me está dejando un aprendizaje"

 

Foto: Ministerio de Justicia

Diego, joven privado de su libertad armó su emprendimiento de pizzas pre horneadas en la Granja Penitenciaria Ko'ẽ Pyahu. Vende a escala mínima por delivery.

Le apasiona hacer pizzas y quiere dedicarse a eso.Tuvo que llegar a la prisión para descubrirlo. En su acercamiento a la cocina tuvo dos grandes maestros en intramuros que le traspasaron secretos acerca de las recetas saladas y panadería.

Se encuentra seis meses en la granja y pudo heredar el local de panadería de una persona privada de su libertad saliente, donde ya puso su cartel de la pizzería. En el interior, una amasadora amasadora, refinadora, estufa, horno y cámara refrigeradora facilitan la elaboración de 30 pizzas al día. Por el aumento de pedidos, podría incrementarse la cantidad a 100 unidades aproximadamente.

Las pizzas de 8 porciones salen con sabores de mozarrella 13 mil, jamón y queso 15 mil, pepperoni, napolitana, catupiry y choclo a 18 mil. Las provisiones llegan por encargo, salvo la albahaca fresca, producto de la propia huerta de la granja. Para realizar pedidos, se pueden comunicar al 0983 175203. Tienen delivery para acercar las pizzas.

Su historia de vida. Diego es de del barrio San Pablo de la ciudad de Asunción, hasta donde llega junto a su madre para abrazarla y llevarle crocantes pizzas, porque no tiene papá. Dejó de lado muchos sueños de niño y abandonó los estudios porque el dinero no alcanzaba, salió a la calle y un grave error lo llevó tras las rejas. Ni bien dentro, no desaprovechó los cursos de la Dirección de Bienestar y Reinserción Social, siguió estudiando cursos de horticultura orgánica y refrigeración con Sinafocal y retomó el segundo curso del colegio con el MEC, a más de aprender la profesión gastronómica de su futuro.

Él es afable, sonriente y muy optimista. Está motivado por la apertura de un negocio propio de trattoria de pizzas al salir, del dinero que administra entre ahorrar y gastar en su hija de nueve años.

Diego expresó que la cárcel le está dejando un aprendizaje, perdió tiempo, pero aprendió a cocinar, y con eso me ganará la vida sin depender de nadie. Dejó un mensaje a la gente que está pasando el mismo proceso que él, que se entusiasme con una actividad, porque todo está en uno para ser mejor persona. Cuiden a su familia, busquen empleo y agradezcan por la salud.